12/5/10

¿El trabajo enajena al hombre?

Aunque marx no niega que exista una naturaleza humana, considera,que ésta se limita a funciones básicas como las relacionadas con las necesidades biológicas (alimentación, reproducción..). El hombre es realmente un ser productivo y el trabajo no es otra cosa que la transformación de la realidad para la satisfacción de sus necesidades, yaque transformando la realidad se transforma a sí mismo.

El problema es que el lugar en el que el hombre ha de realizarse, el trabajo, no lo vive, sin embargo, como el ámbito de la creatividad y de la autorrealización, lo vive más bien como el lugar del sufrimiento y de la limitación de sus facultades físicas y espirituales. Y Marx cree que la razón de esta esencial insatisfacción está basicamente en que en las sociedades de explotación el sujeto vive "su actividad personal" o trabajo como algo que propiamente no le pertenece a sí mismo.

Por tanto ¿Qué constituye la enajenación del trabajo?. Primero, que el trabajo es externo al trabajador, que no es parte de su naturaleza; y que, en consecuencia no se realiza en su trabajo sino que se niega, experimenta una sensación de malestar más que de bienestar, no desarrolla libremente sus energías mentales y físicas sino que se encuentra fisicamente exhausto y mentalmente abatido. El trabajador sólo se siente a sus anchas, pues, en sus horas de ocio, mientras quen en el trabajo se siente incómodo. Su trabajo no es voluntario sino impuesto, es un trabajo forzado. No es la satisfacción de una necesidad, sino solo un medio para satisfacer otras necesidades. Su carácter ajeno se demuestra claramente en el hecho de que, tan pronto como no hay una obligación física o de otra especie es evitado como algo innecesario de hacer. El trabajo externo, el trabajo en que el hombre se enajena, es un trabajo que implica sacrificio y mortificación. Por último, el carácter externo del trabajo para el trabajador se demuestra en el hecho de que no es su propio trabajo sino trabajo para otro, que en el trabajo no se pertenece a sí mismo sino a otra persona. Así como en la religión la actividad espontánea de la fantasía humana, del cerebro y el corazón del hombre, reacciona independientemente como actividad ajena de dioses y demonios sobre el individuo, ya que la actividad del trabajador no es su propia actividad espontánea, debido, debido a que es la actividad de otro y una pérdida por parte del trabajador de su propia espontaneidad.
Salvador Jairo Rovira Vizcaíno 1ºBCN

1 comentario:

  1. El trabajo nos hace apreciar lo que tenemos no no todo se consigue con pestañear y que si quieres algo te lo tienes que ganar.

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